
LEVÁNTATE, llama a todos tus contactos, pon música a pleno volumen, compra comida, alcohol, alcohol y más alcohol, y carga la cámara porque vas ha hacer la mayor fiesta de tu vida. Emborráchate hasta no poder, quédate afónica, ríete, salta, grita, pero pásate lo bien. Ya verás como al final de la noche no te acuerdas ni como se llamaba ese al que tanto esperabas.
ESO, justo eso, es vivir la vida.
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