Estamos los dos solos, aquí, tú, yo y el tiempo. No paras de mirarme y repetirme lo mucho que me quieres y que harías tu sin mi si me voy. Es todo tan perfecto e irreal que me despierto de ese sueño tan inalcanzable y vuelvo a la cruda realidad, tu junto a ella y yo conformándome con mirarte de lejos durante tan solo unos pocos segundos.
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