Ni el más sabio de los sabios, sabrá nunca que ha pasado.

No juzgues a aquellos que crees que tienen una ejemplar vida cuando no tienes ni idea de lo que ocultan ni lo que han podido llegar a vivir sin que tu te hubieras enterado de lo más mínimo. 


Cómo pude haberte juzgado de esa manera, pensar que lo que nos había pasado era culpa de tus sentimientos e idioteces. Pero ya veo que no, que tuyo el problema no era solo, que lo que nos ocurrió era un problema, que ni su propio creador y dueño era capaz de manejar, que aquella fiera era indomable y ya no era posible reducir ni con la mayor fuerza capaz de ejercer. Es infinito el dolor que sentí en mis adentros y espantoso el ruido que mi corazón hizo al romperse en mil pedazos, pero mayor es el amor que siento por ti, que ha sido el que me ha ayudado a seguir a y ayudarte hagas lo que hagas.
Por.... no se ni que vez es ya, la vez que te digo un simple y valioso te quiero.